El objetivo del proceso preconcursal es evitar la entrada en concurso de acreedores de un deudor con una situación de previsible insolvencia pero con una actividad viable tras una reestructuración de su deuda. Para que el proceso tenga éxito es vital iniciarlo con suficiente anticipación.
Una planificación financiera para analizar las diferentes alternativas posibles es necesaria. La planificación se tiene que basar en la elaboración de unas proyecciones financieras a largo plazo y un plan de tesorería que cubra el periodo que pueda durar la implementación de los acuerdos alcanzados. Esta planificación será también necesaria como información básica que sustente las negociaciones con los acreedores.
El análisis de los diferentes grupos de acreedores y la estrategia a seguir para conseguir al menos el apoyo necesario para la homologación judicial del plan de reestructuración serán vitales,
Será también necesario contemplar la posible entrada en proceso concursal tras el fracaso en las negociaciones de reestructuración de la deuda, su planificación y la potencial propuesta de convenio / plan de continuación o liquidación, con especial atención a posibilidades de enajenación Unidad Productiva en sede concursal.